Después de múltiples gestiones con la Fiscal Asistente Caroline Heck Miller, hace apenas unos días el abogado Leonard Weinglass logró que esta autorizara la visita a Gerardo Hernández que él tenía programada realizar desde el mes de febrero.
Según el testimonio de Weinglass, Gerardo se encuentra bajo la forma más severa de castigo en la prisión, la cual se conoce como "la Caja" un hueco dentro del "hueco". Permanece en estas condiciones desde el 28 de febrero en que fue trasladado, sin explicación alguna, al régimen de confinamiento solitario.
Está recluido en una celda extremadamente pequeña, en la cual apenas puede dar tres pasos, sin ventanas, y con tan solo un orificio a través del cual le pasan la comida. La reja frontal está cubierta con una puerta de malla metálica por la que es prácticamente imposible mirar hacia fuera, y que permanece cerrada durante las 24 horas del día..
En la celda sólo cuenta con un servicio sanitario y una cama de concreto cubierta con una delgada colchoneta. Sus ropas les fueron retiradas y sólo se le permite usar calzoncillos y pulóver, sin zapatos.
No puede diferenciar el día de la noche. La única celda en la que las luces permanecen encendidas las 24 horas es la de él y los constantes gritos de los otros presos, en su mayoría enfermos mentales, no lo dejan dormir.
No se le permite ningún documento impreso. Nada para leer. Frente a su celda hay señales advirtiendo que nadie puede tener contacto con él. Es al único preso en ese régimen de confinamiento al que no se le permite utilizar el teléfono.
Gerardo ha intentado infructuosamente registrar su queja por escrito a través de los modelos establecidos por las propias regulaciones de la prisión. La respuesta que ha recibido es que no hay modelos de quejas.
El 2 de marzo presentó una queja prescindiendo de los modelos. Tampoco ha recibido respuesta.
El 11 de marzo las autoridades de la prisión le llevaron una carta de Joaquín Méndez, uno de los abogados de la defensa, pero la misma le fue retirada antes de que pudiera leerla. El 14 de marzo le dijeron que le sería entregado su correo legal. Sin embargo, hasta el momento no ha recibido correspondencia alguna, ni siquiera de sus abogados.
El trato impuesto a Gerardo, y a Ramón, Antonio, Fernando y René, es completamente ilegal y obstruye gravemente su derecho a la defensa cuando necesitan preparar con sus abogados la apelación que deben presentar antes del 7 de abril. Ese trato cruel, inusual, discriminatorio y totalmente injustificable constituye un caso flagrante de tortura que debe ser denunciado con toda energía y con toda urgencia.
Grupo de Trabajo contra el Terrorismo, Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba.
